El uso del aceite de ricino en cosmética va en aumento. Cada vez se descubren más sus excelentes propiedades para el cabello, la piel, las cejas y pestañas o las uñas. Hoy queremos centrarnos en esta última propiedad, quizá una de sus aplicaciones menos conocidas.

Ahora más que nunca está de moda realizar manicuras con tratamientos de esmaltes permanentes o semipermanentes. Aunque estos procesos permiten disfrutar de las uñas perfectas durante más tiempo, también las van debilitando poco a poco.

¿Quiere saber cómo ayuda el aceite de ricino en la recuperación de uñas quebradizas? Continúe leyendo para conocer todas las claves.

Cómo cuidar las uñas con aceite de ricino

Antes de nada, hay que destacar cuál es la composición de este aceite para entender por qué beneficia tanto: es rico en ácidos grasos (como el omega-6 y el omega-3) y en ácido ricinoleico.

Gracias a sus propiedades, hidrata las uñas y repara la agresividad de los químicos. Al aportarles elasticidad, impide que se rompan con facilidad.

Pero, ¿cuál es la forma correcta de aplicar el aceite? Basta con sumergir las uñas en un bol con la esencia, quedando estas completamente hundidas, durante un cuarto de hora.

También puede mezclarse con otros componentes estimulantes, como la cafeína, para potenciar sus efectos. Como se trata de un componente 100% natural, este proceso puede llevarse a cabo todos los días.

Para conocer más acerca del aceite de ricino, lea su ficha de producto.

Si está trabajando en el desarrollo de un producto para el cuidado de las uñas, nos complace comunicarle que Gralinco lo pone a su disposición en formato grande.

Y, en caso de que sea un particular, le recomendamos que solicite más información acerca del aceite de argán y aceite de jojoba, que presentan cualidades similares al aceite de ricino en el tratamiento para uñas.

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